Una vivienda que cambió nuestra vida

Vilma, su esposo, José Luis y sus tres hijos, Alfredo, Yordy y Stephany son los dueños de una nueva Casa Híbrida en la comunidad de Chuatzam, Santa Lucía Utatlán, Sololá. José Luis trabaja en el campo, mientras Vilma se queda en casa cuidando a los niños.

Nuestra solución Vivienda Híbrida es una casa de dos habitaciones construida con una mezcla de materiales tradicionales: bloques de adobe, bloques de cemento y madera. Esta solución está parcialmente subsidiada, lo que significa que se solicita a las familias que contribuyan con algunos costos y un poco de mano de obra no calificada entre otras tareas.

Antes de asociarse con  Hábitat Guatemala y Home for a Home, la familia de Vilma solía vivir en una pequeña habitación construida con láminas de metal corrugado y madera. “Esa habitación pertenecía a mi hermana, no teníamos casa. Era un sueño nuestro construir o tener nuestra propia casa. Mis hijos se enfermaron durante la temporada de lluvias, porque el agua se filtraba y hacía mucho frío”. – menciona Vilma.

Cuando se le pregunta cómo se siente con respecto a su nuevo hogar, Vilma responde: “Feliz, estamos felices y agradecidos. Ahora vivimos mejor, no más agua, ni frío dentro de nuestra casa. Mis hijos están a salvo y tienen un lugar adecuado para jugar”.

Como parte de los programas de casas híbridas, las familias también reciben un Filtro Purificador para Agua, una Letrina y una Estufa Mejorada. Esto les ayuda a mejorar su salud brindándoles acceso a un saneamiento adecuado y un ambiente libre de humo. Antes solía cocinar a fuego abierto, en el piso, lo que hacía que el humo se quedara dentro de la habitación. “El Filtro Purificador para agua ha sido de gran ayuda; ¡Ya no tenemos que comprar ni hervir agua! La estufa ahorra leña y se calienta rápidamente. Y la letrina es muy cómoda”, dice Vilma.

Vilma termina compartiendo un mensaje con los donantes, Gracias por su apoyo y por brindarnos esta casa. ¡Que Dios los provea y lo devuelva! Ahora, mis hijos tienen un espacio seguro para crecer”.

Un nuevo hogar y más salud para la familia.

Lucas, su esposa, Mercedes y sus 8 hijos, Gladys, Claraluz, Giovanni, Mynor, Lucrecia y Lucas, Rosibel y Marvin son los dueños de una Casa Híbrida en la comunidad de Chipó, San Lucas Antonio Palopó, Sololá.  Lucas se dedica a la agricultura, mientras Mercedes vende diferentes hierbas en el mercado.

La familia solía vivir en una habitación construida de adobe, madera y pisos de tierra. “El techo también estaba en malas condiciones. Cuando llovía el agua se filtraba y teníamos que buscar cosas para tapar a los niños porque se iban a enfermar”, dice Mercedes.

La vivienda Híbrida es una vivienda de dos habitaciones construida con una mezcla de materiales tradicionales: bloques de adobe, bloques de cemento y madera. Esta solución está parcialmente subsidiada.

 

Como parte del Programa de Viviendas Híbridas, las familias también

reciben una Letrina, un Filtro para Purificar Agua y una Estufa mejorada, estos productos mejoran su salud brindándoles acceso a un saneamiento adecuado y un ambiente libre de humo. Mercedes nos comenta como solía cocinar: “Yo cocinaba en el piso, el humo me daba dolores de cabeza y enrojecimiento de los ojos. Ahora, es completamente diferente con mi nueva estufa. Ya no tengo que estar de rodillas para cocinar. Cocinamos con menos leña y el humo sale de la casa”, nos indica Mercedes.

Anteriormente, la familia no tenía letrina y tenía que ir al bosque. Ahora, que tienen un lugar seguro e higiénico para sus necesidades básicas. Tanto Lucas como Mercedes terminan compartiendo un mensaje con los donantes, “¡Muchas gracias! Estamos muy contentos con nuestra casa, nuestros hijos tienen suficiente espacio para dormir y todos dormimos tranquilos, nos sentimos muy felices y agradecidos. Ahora, el agua ya no gotea cuando llueve y ya no tenemos miedo de la lluvia y el frío”.

El Proyecto nos cambió la vida

María es madre de cinco hijos, Marco, Magda, Modesto, Alex y Marisol que viven en la comunidad de Chelam, San Sebastián, Departamento de Huehuetenango.

María nos comenta que solía cocinar a fuego abierto, por lo que consumía mucha leña y el humo afectaba la salud de toda la familia. También, nos explica que su vivienda era una habitación hecha de adobe, piso de tierra y un techo de lámina que tenía varias goteras, y lo único que los separaba de la cocina era un nylon.

Gracias a la alianza con Home for a Home, la familia Gregorio recibió una habitación adecuada para descansar, una Estufa Mejorada y una Letrina, que les brinda un saneamiento adecuado y un ambiente libre de humo.

“Nuestras condiciones de vida son muy distintas ahora, ya no sentimos frío y la lluvia ya no gotea en nuestra habitación, además usamos menos leña, y se pueden cocinar varias cosas al mismo tiempo, no tenemos humo adentro y nos sentimos seguros y cómodos con nuestra nueva letrina” comenta doña María.

 

Salud, Saneamiento y Agua Potable

María vive con su hijo Federico y su hermana Delfina, en la comunidad de Pacaman, Santa Catarina Palopó, Sololá. Tanto María como Delfina se dedican a tejer ropa típica para vender en los mercados cercanos.

Como parte del Kit de Hogar Saludable, las familias reciben una Estufa Mejorada, una Letrina y un Filtro Purificador para Agua, lo que les ayuda a mejorar su salud brindándoles acceso a saneamiento, agua potable y un ambiente libre de humo.

“Solía ​​cocinar a fuego abierto, el humo era lo peor, porque me lloraban  los ojos y me causó enfermedades respiratorias”. “Ahora, el humo sale de nuestra cocina y ya no consumimos mucha leña. Me siento feliz con mi estufa».

Antes de recibir su nueva letrina, explica que tenían una en malas condiciones. «Ahora, nos sentimos mejor con esta, es cómoda». La familia también ha sentido una diferencia con su Filtro Purificador para Agua. Antes tenían que hervir el agua, y en ocasiones la bebían directamente de los chorros, lo cual les provocaba  enfermedades con frecuencia. Ahora, es más fácil y seguro beber agua del Filtro. “¡Ahora bebemos del filtro y tiene un mejor sabor!  Efraín puede venir a beber agua fresca, cuando quiera, nos ha ayudado mucho este Purificador para Agua”, dice María.

También  sobre los voluntarios nos cuenta: “Me sorprendió mucho ver lo duro que trabajaron para construir mis productos, fueron muy trabajadores y buenas personas”, continúa, “Estoy muy agradecida con todos ellos, vinieron a echarme una mano cuando más lo necesitaba. Que Dios los bendiga».

 

Salud desde la Cocina

Teresa vive con su esposo Sebastián y sus tres hijos Francisco, Susana y Marta, en la comunidad de Chemal, Chajul, Nebaj, en el departamento de Quiché. Teresa se ocupa del hogar, mientras Sebastián y Francisco trabajan en el campo.

Antes de asociarse con Hábitat Guatemala para recibir una Estufa Mejorada, Teresa cocinaba sobre una llama abierta o fuego abierto. “Solía ​​cocinar en el piso, el humo me enrojecía los ojos, me lloraban mucho  y hacía que con  mis hijos nos enfermáramos más seguido y sufrimos dolores de cabeza”, explica.

Ahora, después de unos meses de usar su nueva estufa, Teresa se siente muy feliz con ella; “Estamos contentos con nuestra estufa, está funcionando bien. ¡Ya no hay humo dentro de nuestra cocina y ya no tenemos los ojos llorosos! Ahora, puedo cocinar todas mis comidas… tortillas, atol y frijoles, al mismo tiempo».

 

Terminan compartiendo un mensaje a los donantes: “Estamos muy agradecidos con todos ustedes por su apoyo y por brindarnos esta estufa para que con mi familia mejoremos  nuestra salud” – Teresa.

 

 

Un mejor futuro para la familia

Saúl y su esposa, Lourdes, son los orgullosos propietarios de una casa Hábitat! Viven con sus tres hijos, Jefferson, Oliver y William. Saúl trabaja como mecánico industrial, mientras que Lourdes se ocupa del hogar.

Antes de asociarse con Hábitat Guatemala para construir su casa, la familia vivía en la casa de la mamá de Lourdes, y compartían la habitación los cinco.

Lourdes y su esposo se enteraron de Hábitat a través de un amigo, habían logrado comprar su terreno desde antes, por lo que al poder decidieron buscar la ayuda de Hábitat y solicitar el crédito con el cual podían construir su nuevo hogar.

“Tengo una sensación de tranquilidad, ¡ahora tenemos mucho más espacio! Nuestros niños pueden jugar y hacer lo que quieran aquí, tienen un espacio solo para ellos” En el futuro, la familia planea pintar la casa y agregar habitaciones adicionales.

Con respecto a la pandemia de COVID-19, Lourdes menciona: “Nos mudamos a nuestra nueva casa cuando la pandemia recién comenzaba. Al principio fue duro y extrañamos a nuestra familia, pero con el tiempo nos acostumbramos y ahora estamos mejor y tranquilos ”, continúa,“mis hijos pueden jugar con los niños de los vecinos ahora pasan mucho tiempo juntos”.

Proyecto de mejoras en Huehuetenango

Gracias al apoyo de donantes como Home for a Home, Hábitat Guatemala ha implementado desde enero hasta junio la primera parte del Proyecto en las comunidades de Chalam y Sacchim en Huehuetenango, en donde se benefició  a 12 familias con 4 viviendas híbridas, se trabajó en 4 ampliaciones, se entregaron estufas y letrinas y se realizaron pisos de concreto, con el objetivo de mejorar la salud de las familias que viven en condiciones de vulnerabilidad.

María nos comenta “Me siento feliz de tener una habitación y que mis hijos mayores también disfruten una”

 

Don Juan nos indica “conforme hemos ido usando la estufa, hemos gastado menos en leña, también  hemos utilizado la ampliación y nuestra letrina, nos sentimos muy contentos”

¡Gracias por cambiarnos la vida!

 

¡Disfruto de nuestra habitación, mi cocina, todo!

¡Ahora estamos más sanos con nuestro piso!

¡Podemos cocinar todas nuestras comidas al mismo tiempo!

Esta vivienda me ha cambiado

Blanca, su esposo y 2 niños son los dueños de una vivienda Hábitat, ella se dedica a vender  cosméticos, y cuidar a sus hijos y el hogar, su esposo trabaja trayendo carros de Estados Unidos.

Ella nos cuenta que alquilaron durante 5 años, pagando mucho más de lo que pagan por su casa propia, sin embargo, durante ese tiempo, lograron comprar un terreno, en el cual ahora está su vivienda.

 

El papá de Blanca le habló sobre Hábitat,  así como  una amiga que es voluntaria, por lo que con la información que tenían decidieron acercarse y ver si era posible asociarse a Hábitat y construir su vivienda. La noticia no tardó en llegar, y el crédito fue aprobado, por lo que con el esfuerzo de su trabajo decidieron empezar a construir.

“Nos tardamos en pasarnos a nuestra casa porque decidimos hacer un cuarto más con su baño, ahora me siento contenta, porque estamos invirtiendo en algo propio, tener casa propia es una bendición de Dios, y es una gran ayuda porque nos la dieron con facilidades”.