XIII Feria de Voluntariado
XIII Feria de Voluntariado
Fuimos parte de la XIII Feria de Voluntariado “Es Tiempo de Manifestar tu Acción”, el pasado 14 de mayo en 4° Norte, organizado por Centro de Voluntariado Guatemalteco (CVG), con el apoyo de la Municipalidad Metropolitana, Imaginatorio Cooperative y Voluntarios de las Naciones Unidas (VNU). Con el objetivo fomentar la responsabilidad social, convocamos a personas a involucrarse en nuestro equipo de voluntariado y así contribuir a la reducción del déficit habitacional del país.
Hábitat para la Humanidad promueve, coordina y articula un movimiento de voluntariado que genera conciencia acerca de las necesidades en las que se encuentran muchas familias de Guatemala. Además esta actividad nos llama a ser parte del desarrollo y a inspirar a otros al compromiso ciudadano donde cada persona preste sus manos en servicio de los más necesitados de una forma activa.
Compartimos con organizaciones amigas como Fabrica de Sonrisas, Cruz Roja Guatemalteca, Mi Arca, Teletón entre otros. Acompañados de presentaciones musicales, proyección de cine, y “Open Mic” expresión artística a través del micrófono.
Tu puedes ser parte de nuestros voluntarios, nuestro país necesita personas comprometidas con nuestra sociedad, solo debes tener el deseo de apoyar de una forma directa en el desarrollo para las comunidades y mejorar la calidad de vida de las familias Guatemaltecas.
¡Involúcrate en construir sueños, viviendas, comunidades y esperanza!
Comunícate a los teléfonos 2339-2223 o 4740-4955, o escríbenos al correo electrónico: voluntarios@www.habitatguate.org



Las Majadas es una comunidad ubicada en Quetzaltenango, en la cual la mayoría de familias aún viven bajo tradiciones antiguas, una de estas tradiciones es la cocina, una práctica que se caracteriza por realizar fogones dentro de la vivienda para la cocción de los alimentos. Dicha práctica pone en riesgo la salud de las familias, en especial, la de mujeres y niños, los cuales pasan más tiempo dentro de la vivienda, los padecimientos respiratorios y la ceguera parcial, son algunos de los problemas más recurrentes entre las personas que cocinan aún a fuego abierto.
Hábitat para la Humanidad Guatemala intervino en la comunidad Las Majadas y apoyó a 27 familias por medio del
Durante más de 12 años, Juliana Román y su esposo, alquilaron una vivienda en la aldea Palimonix, en Rabinal, Baja Verapaz. En ella vivieron junto a sus 6 hijos, a quienes mantenían con su trabajo como alfareros. Fueron muchas las dificultades que la familia Román atravesó, sin embargo, se les presentó la oportunidad de comprar un terreno para la construcción de su vivienda. Con el compromiso de todos los miembros de la familia, adquieren el terreno y logran cancelarlo en su totalidad, lamentablemente la felicidad de contar con su nuevo terreno se ve opacada cuando son desalojados de la vivienda que alquilaban.
Sin tener un lugar a donde mudarse, la familia Román encuentra una pequeña cueva cerca de su terreno y al no contar con los insumos necesarios para la construcción, toman la difícil decisión de vivir en ella. Durante 12 meses la familia encuentra en esta cueva, un lugar para resguardarse de las inclemencias del clima, sin embargo, son conscientes de lo vulnerables que son al vivir en este lugar.
Ahora la familia Román cuenta con una vivienda adecuada, en la cual pueden desarrollarse, sabiendo que con su esfuerzo y trabajo diario, podrán seguir mejorando su calidad de vida. Por medio del trabajo de alfarería, reúnen mes a mes lo necesario para su vivienda, así como los estudios de los niños y jóvenes de la familia. En Hábitat trabajamos por las familias guatemaltecas que desean construir un mejor futuro.

Luego de ser víctimas a causa de la falta de seguridad, Kleibert López y su esposa Guadalupe decidieron abandonar su vivienda para garantizar la integridad de sus tres hijas. La pequeña vivienda ubicada en la aldea San Juan del Obispo quedó atrás y la familia López se mudó a una pequeña habitación, en la cual padecieron durante un año a causa del poco espacio, la humedad y el frío.
A pesar de todos lo problemas e inconvenientes, la familia López no perdía la esperanza de volver a habitar su vivienda, y esto se cumplió cuando voluntarios del Comité Local de San Juan del Obispo lo invitaron a una reunión. “Los miembros del Comité me invitaron a la reuniones, en las cuales se leía la palabra de Dios y luego nos explicaban sobre el proyecto de viviendas de Hábitat. Encontré esperanza y ellos me animaron a volver a nuestra propiedad, pues con su apoyo construiríamos un mejor hogar”, indica Kleibert.
Kleibert y su esposa son artesanos y su nueva vivienda les permitió colocar un taller para generar ingresos. Actualmente el negocio va muy bien, los esposos pueden realizar sus artesanías y luego venderlas en mercados y ferias, lo que les permite darles una mejor calidad de vida a sus hijas.

Para Hember Mejia y su esposa Ana Cuellar, cada día es una nueva oportunidad para brindarle una mejor calidad de vida a sus hijas. Desde muy temprano Hember con su caja para lustrar zapatos y Ana con su cubeta para la venta de bebidas, llegan al mercado Los Amates en Izabal. “Salimos a las 6 de la mañana con mi esposo, llegamos al mercado, preparamos las cajas de lustre, podemos a enfriar las aguas en las hieleras y esperamos a que lleguen los buses para subir a vender”, menciona Ana.
Lamentablemente, el esfuerzo y trabajo diario de Hember no le permitían adquirir una vivienda adecuada para su famila. Pero un día, recibieron la visita de representantes de Hábitat, quienes les dieron la noticia que la construcción de su vivienda dejaría de ser sueño para transformarse en realidad. En tan solo una semanas y con el trabajo arduo de toda la familia, la vivienda fue construida, recordando a la familia que el esfuerzo y trabajo tiene su recompensa.
Todos los días antes de que amanezca, los pobladores de la aldea Macalajau, en el departamento de El Quiché, realizan un recorrido hacia el riachuelo que desciende de las montañas para recolectar agua. Lamentablemente, el pozo que se encuentra en la aldea, no se da a basto para que todas las familias cuenten con la cantidad necesaria de agua.
Así como doña María, existen muchos casos en la aldea Macalajau, por lo cual se inició el proyecto «Cosechadores de Agua», con la finalidad de recolectar y almacenar agua de lluvia para que las familias cuenten con agua limpia en sus hogares y eviten recorrer grandes distancias en búsqueda del vital líquido. En 2014, se seleccionaron a 25 familias, las cuales bajo el principio de ayuda mutua, se involucraron en la construcción de estructuras que permitirían recolectar hasta 50 galones de agua.
Además doña María y su familia son parte del proyecto de Huertos de Comunitarios y Familiares de Auto consumo, en el cual Hábitat junto a la organización chilena América Solidaria, les ofrece a los habitantes de Macalajau nuevas y mejores prácticas agrícolas, las cuales proveen vegetales frescos sin el uso de agroquímicos.