Entrega de los primeros 100 kits de alimentos

En Hábitat seguimos trabajando para apoyar a las familias más vulnerables ante el COVID-19, por medio de nuestra campaña Alimentos del Corazón estaremos beneficiando a más de 2 mil familias en las comunidades de nuestro país.

En respuesta a ello y gracias al apoyo de empresas, hace 15 días se entregó 250 kits de alimentos a familias de El Rejón, Chimaltenango y en Santo Domingo Xenacoj, Sacatepéquez.

Hoy 27 de mayo, se entregaron 100 kits de alimentos y salud, en 10 comunidades de San Lucas Tolimán, Sololá.

El Kit Alimentos del corazón contiene: harina de maíz, frijol, azúcar, atol, arroz, pasta, aceite, sal, sopas de sobre, 6 mascarillas y dos botes de gel antibacterial.

Esto ha sido posible gracias al apoyo de donantes nacionales e internacionales, personas individuales, colegios y organizaciones que se sumaron a la causa.

En Hábitat estamos comprometidos en seguir buscando el camino para transformar la calidad de vida de los guatemaltecos y ayudarlos a enfrentar esta crisis que nos ha dejado el COVID-19. Es momento de unirnos y cuidar la salud, la vida y la seguridad de las comunidades.

El Impacto del COVID-19 en Guatemala

Mario Joaquín López nuestro Coordinador de Proyectos Especiales,  explica el impacto del COVID-19 en Guatemala  y nuestra respuesta al mismo. En Guatemala se registraron 3,954 casos confirmados, 289 casos de personas que se recuperaron y 63 muertes hasta el momento de la redacción de esta publicación (27 de mayo 2020). Si consideramos que la población de Guatemala es de aproximadamente 15 millones de personas, la cantidad de casos es relativamente baja en comparación con otros países de América Central[1]. Sin embargo, según la Organización Panamericana de la salud (OPS), las próximas semanas podría observarse un incremento en la cantidad de personas infectadas y muertes en toda América Latina. Esto dependerá en gran medida de las reglamentaciones que adopte cada país[2].

Si bien el sistema de salud de Guatemala es débil y la cobertura es escasa[3], durante las últimas semanas el gobierno adoptó medidas específicas para enfrentar la pandemia. Se implementó una cuarentena desde el 16 de marzo, se cerraron las fronteras marítimas, terrestres y aéreas, se estableció un toque de queda, se restringieron los viajes entre departamentos (áreas geográficas similares a los estados), se suspendió el transporte público y se cerraron los centros comerciales (salvo las actividades económicas vinculadas a los productos esenciales). Estas medidas, sumadas a la apertura de hospitales provisorios en diferentes puntos del país, pretenden reducir la propagación del virus, que aún no tiene cura y genera una enorme incertidumbre con respecto al futuro.

La suspensión del trabajo y la recomendación de quedarse en casa en un contexto en el que la mayor parte de los empleos (70 por ciento) son informales, más de tres de cada cinco personas (61,6 por ciento) viven en situación de pobreza, prácticamente una de cada cuatro personas (23 por ciento) vive en situación de pobreza extrema[4] y la mitad de los niños (50 por ciento) sufren desnutrición crónica[5] han afectado a las familias de varias maneras[6].

La situación de las familias que hoy viven en estado de pobreza pasará a ser extrema. Una infinidad de familias se quedarán sin su medio de vida y no podrán enfrentar el costo de los servicios básicos. La seguridad alimentaria de muchos estará en riesgo, y, en zonas de climas vulnerables, los efectos de la sequía harán que sea imposible cultivar para vivir[7].

En la actualidad, el gobierno está brindando asistencia a 200.000 familias[8], proporcionando alimentos y vales de dinero durante tres meses, lo cual podría beneficiar a 1,2 millones de personas. Sin embargo, esta cobertura subestima que son 3,4 millones las personas que viven en situación de pobreza extrema. Además, una gran parte de esta población vulnerable vive en zonas rurales remotas en las que no podrán mantener su medio de vida ni tendrán acceso al apoyo del gobierno.

De este contexto surge la intención de Hábitat para la Humanidad Guatemala de colaborar con las familias y comunidades de regiones vulnerables. A través de una red de donantes nacionales e internacionales, Hábitat está recaudando fondos para ayudar a quienes más lo necesitan, en tres etapas.

La primera involucrará trabajos de respuesta junto a nuestra red de líderes comunitarios y voluntarios de zonas rurales, para identificar a las familias que necesitan ayuda. Esta etapa incluirá la provisión de artículos básicos que cubrirán el déficit de alimentos durante un mes. También se distribuirán kits de higiene para prevenir la propagación del virus y garantizar la salud y la higiene en las casas durante varios meses. Se les asignarán vales de dinero a las familias para que puedan cubrir los costos de servicios básicos (agua potable, energía eléctrica, recolección de residuos, alquiler). Este proceso se implementará conjuntamente con campañas públicas y programas de promoción para evitar el contagio y fomentar hábitos de salud en los hogares, mediante material visual y audiovisual en las lenguas locales.

La segunda etapa se enfocará en trabajos de recuperación, con el fin de fortalecer los medios de vida de muchas personas, por ejemplo, la cría de aves de corral, para garantizar el acceso a proteínas (carne y huevos). Esta etapa también incluye trabajos en las casas para asegurar el acceso al agua, sistemas de saneamiento adecuados y mejoras en las estructuras físicas de las construcciones.

La tercera etapa será de mitigación y se implementará a largo plazo. En este período se promoverá la construcción social de resiliencia, mediante capacitaciones regulares y el desarrollo de talleres para los líderes y las familias de la comunidad. En este proceso, se implementarán proyectos productivos sostenibles y permanentes, como jardines familiares.

Nuestro objetivo es llegar a más de 5.000 familias de zonas rurales remotas que no están recibiendo ayuda de otros programas. Sin embargo, para lograr esto aún se requieren fondos y la esperanza de que puedan reanudarse las actividades normales. Esto estará sujeto a que la cantidad de personas infectadas en las áreas rurales disminuya. Lo que ocurra con la tasa de infección durante las próximas semanas será decisivo para poder asistir a las familias que más están sufriendo la cuarentena.

En las comunidades de nuestro país

Con nuestro Programa de Atención a la Extrema Pobreza que incluye un Kit saludable les brindamos a las familias la oportunidad de mejorar su salud y reducir la desnutrición, logrando el desarrollo comunitario.

Los apoyamos con 3 productos que son:

  • Filtro Purificador para agua, en donde se previene las enfermedades gastrointestinales y acceso a agua potable.
  • Con la Estufa Mejorada, se reduce el riesgo de incendios, disminución en el consumo de leña y la erradicación del humo dentro de la vivienda.
  • Con la Letrina, se evita la contaminación de las fuentes de agua y tierras de cultivo permitiéndoles habitar en un entorno saludable.

Este programa se implementa en todas las comunidades del país para atender a las familias que se encuentran vulnerables y con esto queremos que los niños, adultos y personas de la tercera edad tengan un futuro más saludable en su comunidad.

El departamento de Baja Verapaz cuenta con comunidades poco accesible y se recorren largas distancias para llegar a una comunidad en específico. La comunidad El Aguacate se encuentra a una hora y media de la cabecera departamental en un camino totalmente de terracería y que no cuenta con servicio de transporte público.

En la comunidad El Aguacate, más de 25 familias fueron beneficiadas con nuestros productos, esperando que puedan mejorar su calidad de vida y desarrollo comunitario.

Doña María Reina Ramírez, presidenta del COCODE de la comunidad, nos cuenta que está muy agradecida por el apoyo que Hábitat les ha brindado a las familias.

“Me siento muy contenta de ayudar a mi comunidad, porque sabemos que a veces nos dejan olvidados pero Hábitat no, siempre nos acompaña”.

Juntos a las personas de las comunidades trabajamos para construir o mejorar un lugar al cual llamar hogar. En Hábitat buscamos que las familias

Con Vivienda construimos fuerza, estabilidad y autosuficiencia.

Angélica es maestra en una escuela ubicada en el municipio Cuyuta, Masagua, Escuintla. Vive junto con su esposo Lainiker y su hija de 6 años.

Durante un largo tiempo ella y su familia se encontraban viviendo en una casa construida la mitad de block y la otra mitad con lámina deteriorada, la vivienda contaba con piso de tierra y en temporadas de lluvia no solo se le llenaba de lodo su vivienda sino también no podían descansar tranquilos.

El lugar en donde vivían era demasiado pequeño, ninguno tenia un espacio propio y su hija no tenía en donde jugar. Por medio de redes sociales conocieron acerca de Hábitat para la Humanidad Guatemala y desde ese momento ella supo que haría realidad su sueño.

Angélica es una persona decidida, se acercó a nuestra oficina del área en donde se le brindó toda la información de cómo poder construir su vivienda e inmediatamente inició el proceso.

Cuando recibió la noticia de que le habían autorizado el financiamiento ella no lo podía creer, estaba muy emocionada porque iba a ser propietaria de una vivienda Hábitat.

Cuando recibí la noticia me emocioné, hasta mi hija me dijo “mami, mami vamos a tener nuestro propio cuarto y voy a tener en donde jugar” nos comentó Angélica. Como familia sabían que era importante involucrarse y trabajar unidos durante la construcción de la vivienda.

Ahora Angélica y su familia están disfrutando del calor de un hogar, permitiéndoles la seguridad y estabilidad que ellos necesitan para desarrollarse como personas.

“Debo decir muchas gracias a Dios y a Hábitat por brindarme la oportunidad de construir mi casa. A todos les digo, si tienen un propósito en la vida que lo cumplan por más difícil que sea, se puede, Dios nunca nos deja solos y nos bendice en todo momento”.

Empoderamos con vivienda.

Campaña Alimentos del Corazón

El COVID-19 nos ha obligado a quedarnos en casa, no se puede concurrir a lugares públicos, centros educativos y centros de trabajo, entre otras. La mejor forma de prevenir el coronavirus es lavarse las manos regularmente con agua y practicar el distanciamiento social.

En Hábitat para la Humanidad Guatemala seguimos trabajando para apoyar a las familias más vulnerables ante esta crisis, en respuesta a ello, se creó Alimentos del Corazón en donde motivamos a las empresas, personas individuales, amigos o familias, a que se unan a recaudar víveres y kits de salud para familias, para nosotros ser el vehículo para transportar y entregar los alimentos en las distintas comunidades de nuestro país.

¿Qué estamos recolectando?

Nuestros Kits Alimentos del Corazón contienen: 8.5 libra de harina de maíz, 5 libras de frijol, 5 libras de azúcar, 2 libras de atol, 5 libras de arroz, 5 libras de pasta, una botella de aceite, 1 libra de sal, 6 sopas de sobre, 6 mascarillas reutilizables, 2 botes de gel antibacterial.

Con estos productos estaremos llevando alimentos a más de 3 mil familias que se encuentran en dificultades o en situación de pobreza.

Es momento de unirnos y ser ese país solidario que cuida la salud, la vida y la seguridad de las personas con las que trabajamos en las comunidades, además, concienticemos a las familias sobre la importancia del lavado de manos y el uso correcto de las mascarillas.

Si deseas realizar una donación te puedes comunicar con:

Glenda Castro al correo gcastro@habitatguate.org y al teléfono: 4186-4363,  o ingresa a https://www.habitatguate.org/donaciones-habitat/

¡Comparte salud, comparte vida!