Salud y Seguridad por un hogar

Rogelio, y sus siete hijos Lucinda, Danilo, Daniel, Mateo, Byron, Carolina y la bebé Paola, son los dueños de un nueva Casa Híbrida en la comunidad de Chelam, San Sebastián, Huehuetenango.

La esposa de Rogelio murió hace unos meses, y ahora Rogelio está cuidando a sus seis hijos, mientras trabaja en el campo o en diferentes trabajos diurnos que encuentra en las comunidades cercanas.

Rogelio y su familia solían vivir en una pequeña casa construida con bloques de adobe y madera con planta baja, que ahora sirve como cocina”, dice Rogelio.

Rogelio nos comenta: “Me siento muy agradecido por nuestro hogar, permanecerá en el tiempo para mis hijos y las próximas generaciones como un recordatorio en honor a su madre. Para mí, esta casa es como una madre para ellos y para mí. Una madre que nos cuida, sé que estamos a salvo, en cuanto entramos nos protege de la lluvia, del viento”.

Las viviendas Híbridas, son casas de dos habitaciones, se construye de materiales tradicionales como bloques de adobe, bloques de cemento y madera.

La vivienda está parcialmente subsidiada, lo que significa que la familia contribuyó con materiales y proporcionen mano de obra como la preparación de bloques de adobe, entre otras tareas.

Como parte del Programa de casas híbridas, la familia también recibió reciben una Letrina y una Estufa Mejorada. Esto les ayuda a mejorar su salud brindándoles acceso a saneamiento adecuado y un ambiente libre de humo.

La esposa de Rogelio solía cocinar a fuego abierto en el piso, haciendo que el humo se quedara dentro de su casa. “¡Nuestra nueva estufa es perfecta! Me siento orgulloso de todos los productos, ahora el humo sale de la casa”, dice Rogelio.

Cuando se le pregunta cuál es su parte favorita de la casa, sonríe y responde; “Nos encanta todo de nuestra casa, disfrutamos pasar tiempo juntos y escuchar música”. Rogelio termina compartiendo un mensaje con los donantes, “Que todos reciban nuestro saludo. Estoy agradecido con Dios y ustedes por proporcionarnos nuestra casa. ¡Que Dios los bendiga!